Un oasis para Cádiz
- Maskao Magacín
- 8 jul 2021
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul 2021
La Mar de Verde, es una asociación sin ánimo de lucro que fabrica tierra para Cádiz. En una ciudad donde escasea el terreno, llevan años luchando con su proyecto colaborativo en busca de la divulgación e implantación de huertos urbanos en un territorio árido.

Trabajando en la preparación de la tierra y el cultivo en el terreno de La Parcela, en Cádiz.
Desde hace más de cuatro años y con jornadas de sol a sol, este colectivo lleva trabajando sin cesar para obtener apoyos y espacios donde poder desarrollar su actividad. Poco a poco han conseguido un invernadero, impartir talleres divulgativos, jornadas de puertas abiertas, mesas redondas y formación sobre la agricultura urbana. Desde hace casi un año, el Ayuntamiento de Cádiz les ha cedido un terreno donde nació y ahora crece La Parcela, un espacio que les permitirá poner en marcha nuevos programas y proyectos además de intentar crear puestos de trabajo mediante el autoempleo. Han avanzado mucho, pero les falta financiación, las pocas subvenciones que han conseguido son escasas y suelen llegar tarde. Por eso han decidido utilizar el Crowdfunding, un sistema de micromecenazgo solidario para conseguir presupuesto y seguir desarrollando sus programas.
Ramón García Almozara, es el Presidente de la Asociación La Mar de Verde, a través de sus palabras nos acercamos a este ambicioso proyecto de marcado carácter social.

Ramón García Almozara, presidente de la Asociación La Mar de Verde
¿Qué propone la Asociación La Mar de Verde?
La Asociación la Mar de Verde es un proyecto que nació por necesidad. Retomar las posibilidades de reconversión laboral, es uno de los objetivos principales, creando un nicho de mercado, en concreto, en la agricultura urbana. Sabíamos que era un reto, porque Cádiz es un desierto en ese aspecto. Pero lo enfocamos bajo el prisma de convertir el espacio que consiguiéramos en un oasis. Y a partir de ese oasis, crear la fertilidad necesaria para que Cádiz no se quede en el vagón de cola del tren de la agricultura urbana.
¿Cuántas personas integran la Asociación?
Casi 30 personas y de manera incansable, no solo en el trabajo agrario en sí, somos nueve. Además, hay voluntarios y colaboradores puntuales. Queremos fortalecer esta red de voluntariado e ir contagiando a más personas para poder desarrollar el proyecto.
¿Cuánto tiempo lleváis funcionando?
Algo más de cuatro años. Empezamos en un sótano que nos cedieron. Ahí nos reuníamos una vez a la semana y le dábamos forma a la idea de convertir en proyecto lo que significó La Mar de Verde, que ya tiene una identidad.
"A cualquiera que le preguntes por La Mar de Verde, de los que han tenido relación con nosotros, le ha suscitado emoción, sentimiento y, sobre todo, identificación"
¿Qué ha conseguido la Asociación durante este tiempo?
Creo que el despertar una sensibilidad que para muchos podría ser desconocida o incluso no relacionada con Cádiz ni con sus ciudadanos. Y en nosotros, hacer crecer la voluntad de continuar en esta siembra desde la primera semilla que plantamos en la ciudad. Eso es algo que, a cualquiera que le preguntes por La Mar de Verde, de los que han tenido relación y contacto con nosotros, le ha suscitado emoción, sentimiento y, sobre todo, identificación.
Regando, María José Mariscal, vicepresidenta de la Asociación.
Con la horqueta, Cristine, una parisina afincada en Cádiz.
¿Qué función cumple vuestro huerto urbano?
Es que claro, huertos urbanos hay muchísima tipología. Hace poco, rellenando una solicitud para un programa de recuperación de semillas autóctonas de Andalucía, me pidieron que señalara qué tipo de huertos somos. Y encontré uno que no conocía: huertos demostrativos. Y este término creo que abarca lo que pretendemos demostrar. Porque hemos tocado tantas disciplinas: huerto terapéutico, huerto familiar, huerto de ocio o huerto social, donde se pueden dinamizar distintas disciplinas dentro de lo cultural, lo festivo, lo asociativo e implicar también un tejido empresarial. O sea, despertar unas expectativas para que se pueda construir en esos espacios una alternativa de trabajo, de autoempleo.
"La Parcela es el culmen de todo ese empuje para vincular a nuestra administración local y que liderara este enganche al movimiento mundial de la agricultura urbana"
¿Quién os ha cedido el terreno de La Parcela?
El Ayuntamiento de Cádiz a través de un convenio de colaboración de cuatro años para fomentar en Cádiz la agricultura urbana, en todos los espacios posibles y con los recursos que tenga la administración local. Nosotros hemos ido proponiendo, durante varios años y a diferentes concejalías este proyecto. La Parcela es el culmen de todo ese empuje para vincular a nuestra administración local y que liderara este enganche al movimiento mundial de la agricultura urbana.

El diseño de La Parcela fue realizado por la Asociación ajustándose al presupuesto
y ejecutado por el Ayuntamiento de Cádiz.
¿La cesión de La Parcela conlleva asignación presupuestaria?
No, para nada. La única asignación presupuestaria que hubo, fue para adecuar el espacio. Propusimos un diseño ajustado al presupuesto que tenían para ello. Se hizo el allanado del terreno, los bancales, el apisonado del pavimento, la grava y el levantado de las estructuras con contenedores de segunda mano, el vallado por encima del muro y el agua. Para la luz, por ejemplo, no daba el presupuesto, ni siquiera para tener el enganche y nosotros asumir el gasto del consumo. Así es que trabajamos, como de toda la vida, de sol a sol.

Bancales sembrados dando frutos y otros en preparación para ser cultivados.
¿Y cómo habéis mantenido el proyecto hasta ahora?
Partimos de reinventarnos con los recursos disponibles. Primero era la búsqueda de sinergias que pudieran cedernos los espacios, cosa que conseguimos con el invernadero de Tartessos. Los gastos los hemos aportado cada uno de los integrantes más el apoyo de personas o formaciones políticas como Ganemos Cádiz, que nos ha hecho varias donaciones cuando nos hemos visto en circunstancias difíciles. Por ejemplo, para poner en marcha un curso para formar a personas en lo que es el proyecto La Mar de Verde, presentamos una solicitud de subvención al Ayuntamiento de Cádiz y a La Caixa que nos concedieron la financiación para poder llevar a cabo aquel programa.
Otras acciones que hemos realizado como talleres, actividades divulgativas, sensibilizadoras como mesas redondas, conferencias o convivencias de comunidad, lo hemos hecho con nuestros propios medios.

Gracias al voluntariado y trabajando de sol a sol, la asociación ha ido creciendo.
Entonces, contáis con más instalaciones además de La Parcela
Tenemos el invernadero de Tartessos y sus espacios exteriores que también nos cedieron mediante un convenio. En cuanto lo vimos, Identificamos que ese era el laboratorio de ideas que necesitábamos para exportar al resto de la ciudad. Y así continúa. Es el complemento ideal para abastecer tanto La Parcela como los programas que ya están y los que queremos poner en marcha en toda la ciudad con asociaciones y entidades, ya sean locales o autonómicas, mediante alianzas, ayudas, subvenciones o porque a estas entidades les interese participar en este proyecto.
"En agosto de 2020, se iniciaron en La Parcela las adecuaciones para poder iniciar la actividad"
¿Qué actividades se están haciendo en La Parcela y cuál es el proyecto a medio plazo?
En agosto de 2020, se iniciaron en La Parcela las adecuaciones para poder iniciar la actividad. Teníamos algunos proyectos que habían quedado en el aire por el COVID y los retomamos con mejores recursos, mayores perspectivas y ventajas ampliándolos con otros programas. Uno de ellos, concretamente, fue el de formación a personas de la tercera edad a través de Asuntos Sociales, donde se les ofrece una ruta de visitas a distintos talleres. Propusimos incluir dentro de esa ruta, un programa de formación básica como introducción a la agricultura urbana. Entonces, estábamos solo con el invernadero de Tartessos, ahora aquí en La Parcela, tenemos más esperanza de que se consiga y nos lo confirmen en breve, para que se pueda impartir en el último cuatrimestre.
También a Asuntos Sociales, le hemos incluido otro programa para tres colectivos que intentaremos que interactúen entre ellos. Uno es la Asociación Parkinson, otro es la Asociación Abanico, de síndrome de Down y el otro la Asociación ADACCA de daño cerebral adquirido. Al igual que con el colectivo de la tercera edad, intentaremos que interactúen, que salgan de ahí voluntarios y colaboradores.
También tenemos el programa socio familiares y otro en el que estamos trabajando, con una mesa técnica de la concejalía de Medio Ambiente, para financiar un proyecto piloto de huertos escolares. Planteamos apoyar a los centros públicos de enseñanza primaria y secundaria que están llevando a cabo la experiencia en la agricultura urbana, poniendo como complemento a los espacios de los centros, el invernadero de Tartessos y La Parcela.

A la entrada de Cádiz, en Cortadura, flanqueada por un colegio y autovías, se encuentra
La Parcela, un pequeño oasis que empieza a crecer.
¿La formación es parte del proyecto?
Parte de la identidad de La Mar de Verde, es la autoformación y la transmisión, esta última muy importante para nosotros porque es la que utilizamos para dar a conocer nuestras actividades. Es una semilla sembrada día a día, en espacios con quien hablemos y le presentemos ideas, proyectos y programas que puedan generar el entendimiento, el aprendizaje o la formación. No es una formación reglada, pero aquí nunca se deja de aprender como en tantas otras disciplinas. Es la aplicación del conocimiento tan ancestral de lo que es la agricultura en lo urbano. No es algo nuevo ni materia que se dé en las escuelas. Hay un lema que hemos hecho nuestro: "El huerto como escuela y la escuela como huerto". Uno de los pilares que creemos va a motivar en esta ciudad un crecimiento exponencial en la agricultura urbana, su formación, la transmisión, la divulgación y la sensibilización, van a ser los colegios.
"Cuando terminemos la campaña de Crowdfunding que estamos llevando a cabo, queremos poner en marcha una red de colaboradores y de voluntariado"
Aparte de colectivos específicos, ¿puede venir cualquier persona a La Parcela?
Esa es una asignatura pendiente. Al principio, en Tartessos, estuvimos programando dos días a la semana de jornadas de puertas abiertas para que cualquiera pudiera venir. Queremos volver a ponerlo en marcha. Y eso encaminado a que, cuando terminemos la campaña de Crowdfunding que estamos llevando a cabo, queremos poner en marcha una red de colaboradores y de voluntariado. A través de la jornada de puertas abiertas, podemos captar a muchas personas que se identifiquen y se puedan ubicar dentro del proyecto La Mar de Verde.
Os estáis apoyando en un Crowdfunding. ¿Qué cantidad de dinero necesitáis?
El mínimo que necesitaríamos son 7.500 € y el óptimo, 12.000 € para poder financiar nuestros programas y comprar materiales, ya sean mangueras, herramientas, carretillas, sistemas de riego por goteo, etc., así como poder pagar a las personas que se dedican a tiempo completo, siete días a la semana, para que La Parcela esté funcionando. Son cuatro personas más dos colaboradores que actualmente están en situación de desempleo.

Se han habilitado contenedores de segunda mano como espacios de trabajo, de formación o almacén dentro de La Parcela.
¿Por qué la gente debería apoyar a La Mar de Verde?
El proyecto se basa en dar un servicio a la ciudad de una manera singular. Sobre todo porque Cádiz y su gente son singulares. Demostrar que la capacidad de reinventarnos de los gaditanos nunca ha tenido límite. Y hablo de una ciudad machacada con el desempleo y destrozados sus tejidos empresariales, sociales, familiares, etc. Entonces el proyecto cumple el cometido de coser de nuevo todo ese tejido y hacerlo en comunidad, compartiendo la experiencia en común. Y el común es lo que estamos trabajando entre nuestras manos que es el suelo de la tierra. La Mar de Verde puede decir, literalmente, que fabrica tierra para Cádiz y que cualquiera tenga la oportunidad y el derecho de usar este recurso, aprender de él y desarrollarlo. En definitiva, la campaña de Crowdfunding que hemos puesto en marcha va dirigida a un amplio espectro de la población.
Alcachofa en flor y otros cultivos están convirtiendo lo que era un erial en una zona llena de vida en la ciudad de Cádiz.
El futuro es verde o no hay futuro, un consenso al que cada día se suman más opiniones, entidades, instituciones y países. Todos, o casi todos, decimos estar de acuerdo e intentamos aportar nuestro granito de arena, a veces de forma activa y otras, menos pero implicada, ofreciendo apoyo contribuyendo con recursos económicos a iniciativas honestas y necesarias, como la de La Mar de Verde. Para quienes apoyen el proyecto a través del Crowdfunding, hay recompensas e incluso desgravaciones fiscales. / Maskao Cádiz
Para más información en La Mar de Verde
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