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  • Marian Giménez

Recopilatorio de la vergüenza. Madrid

Actualizado: 5 jul 2020

Por Marian Giménez

El Madrid del No Pasarán, de la resistencia contra el fascismo es hoy en día el recopilatorio de la vergüenza de la acumulación de cloacas, casos de corrupción, privatizaciones sanitarias y educativas, precariedad laboral, urbanizaciones de suelo que expulsan a sus vecinos, ausencia de vivienda pública y un paisaje de personas sin techo, sin derechos que pululan por nuestras calles, moviendo el colchón sucio que hace de camastro de un lugar a otro.


La memoria, la memoria colectiva e individual, no puede olvidar lo ocurrido en las residencias de ancianos. / Maskao



No se confundan con esas grandes torres y edificios que coronan la ciudad, son los centros de los grandes mercaderes que comercian con nuestras vidas. Es el Madrid vacío, despoblado de cualquier iniciativa política que redunde en algún mínimo beneficio para los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.


En estos tiempos de confinamiento, desescalada, decir que nuestra ciudad no está en la fase 1, ni en la 2, ni en ninguna. Madrid tiene cerrados gran número de Centros de Salud, mientras se abren terrazas de bares, donde las mascarillas son depositadas boca abajo en las mesas al lado de los pinchitos, cervezas y cubatas. Se pretenden peatonalizar calles para que más bares pongan terracitas.

No me entiendan mal. La defensa de los trabajadores de la hostelería, para mí está por delante. Es un sector muy castigado, con horas y horas de trabajo y sueldos precarizados. En esa tan cacareada reconstrucción, que ni está ni se la espera, bien podrían caber planes estratégicos de nuevos empleos. Incluso una transformación profunda y radical de este sector que convirtiera en algo sostenible y amable, lo que hoy en día es la manifestación más absoluta del todo vale.


El ruido de las caceroladas, de los informes infames, la pantomima y memez de portadas a modo de vírgenes dolorosas, los milagros del IFEMA y los medios de comunicación hablando una y otra vez de lo mismo, ocultan la realidad material del hambre en Madrid. Tenemos todos los colegios públicos cerrados. Tienen toda una infraestructura de cocinas y comedores. Sin embargo se ha acudido a los menús de Telepizza. Habrá favores que devolver. Le decía Pura Rodríguez, en la Cadena Ser, con su peculiar humor, a Kike Sarasola que no fuese ofreciendo pisos. Que era joven con toda una vida por delante y se iba a quedar sin vivienda. Le invitaba a la suya. Eso sí a un cuarto pequeño, pero era lo que tenía.


"Son sus negocios. Los mayores, un negocio, hasta que deciden que no sirven. El resultado es criminal"

Mientras en los barrios, nos organizamos para suplir, en parte solo en parte, las muchas carencias de esta ciudad cruel y deshumanizada. Nos roban el aire, la vivienda, el suelo, la sanidad, la educación, la comida. Mientras en los barrios, decía, nos organizamos como voluntarios, haciendo recogidas de comida para Los Nadie, de los que hablaba Javier López en su poemario. ¿Cuánto tiempo podremos seguir así?


La memoria, la memoria colectiva e individual, no puede olvidar lo ocurrido en las residencias de ancianos. Los criterios que se han dado desde la comunidad de Madrid, para hacer una selección, como si fueran objetos inservibles. Sabíamos por denuncias de familiares y trabajadores antes de la pandemia, lo que se cocía allí dentro. Son sus negocios. Los mayores, un negocio, hasta que deciden que no sirven. El resultado, es criminal.


Pero esta señora, sin ningún pudor, empieza a anunciar privatizaciones encubiertas de hospitales públicos como el Niño Jesús. ¡Ay, si este niño levantara la cabeza! El niño de los pobres, no el de la jerarquía eclesial. Dice también el gobierno municipal y de la comunidad, que para reactivar la economía, volvemos al ladrillo. Las ayudas sociales, el RMI, también con múltiples trabas burocráticas para ser cobrado.


Desde mi asociación, la 1º de Mayo Tetuán-Dehesa la Villa, y en nuestra Casa Vecinal de Tetuán, desde hace semanas estamos recogiendo comida no perecedera, repartiéndola a más de cien familias del distrito de Tetuán. Habíamos organizado un acto, el sábado 30 en la Plaza de las Palomas, con las medidas de seguridad para la recogida de alimentos. Hemos solicitado un permiso a la Junta Municipal de Tetuán y nos responden que no tienen tiempo de tramitarlo. Es una vergüenza. Os rogamos que deis publicidad a nuestra Casa Vecinal y lo que estamos haciendo. Muchas gracias.


Es una ciudad de vacíos, pero llena de rincones de la solidaridad. Un abrazo. Protéjanse de los virus y los gánsteres o

 

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