La democracia infectada
- J.R. Puyol
- 12 nov 2020
- 1 Min. de lectura
No solo la pandemia se contagia. El ejemplo del Presidente Trump despreciando el propio sistema que le llevó al poder y del que debería
ser el máximo guardián es el último desafío a la democracia liberal de los Estados Unidos. Esa epidemia de Nacional-Populismo instaurada por él en los cuatro años de mandato contagió a muchos líderes del mundo bajo los auspicios de su primer jefe de campaña Steve Banon.

Líderes como Bolsonaro, Orban o Boris Johnson se suben al carro para destruir el sistema de libertades. Trump aprendió desde joven a lidiar con sus oponentes mintiendo sin rubor e inventando una realidad paralela que niega los hechos.
Su práctica política populista es la primera parada que lleva al fascismo, que ampara y justifica. Hombres fuertes con soluciones simples a problemas complejos y lenguaje de anuncio. Esas políticas han conseguido que hoy en el mundo crezca el autoritarismo y retroceda la democracia.
Un tercio del P.I.B. del planeta ya está en manos de regímenes autoritarios. Veinte puntos más que hace una década.

Portada de The New York Times Magazine
del 10 de mayo de 2020 con la pregunta:
¿Puede la democracia sobrevivir a la pandemia?
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