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  • Foto del escritorMaskao Magacín

Cócteles a la española

En meses de verano, suelen aparecer artículos llenos de cócteles sofisticados y refrescantes para tu disfrute y deleite. Te dicen cómo prepararlos para sorprender y sorprenderte, pero en la mayoría de los casos, llevan ingredientes nada fáciles de encontrar. Aquí te hablamos de “cócteles razonables” y sencillos. Por Maskao


Vino tinto y cerveza, ingredientes básicos de los "cócteles nacionales"



Llevamos años donde la sofisticación en la coctelería se ha convertido en un plus que a veces, se aleja mucho de la receta original, convirtiendo cada cóctel servido, más en un arreglo floral que en una bebida refrescante. Se ha cambiado el glamour por lo barroco.


Pero vamos a los orígenes, a esas bebidas nacionales tan famosas y sencillas, a ese recurso cuando ya estás hasta las narices de cañas o vinos y no sabes qué pedir, entonces, como una aparición salvadora, te sale aquello de: "a mí ponme una clarita o ponme un tinto de verano". Esos son nuestros cócteles, auténticos y sin tantos aspavientos aunque quieran convertirlos en productos con nombre comercial. Donde el tinto con Casera es tinto de verano y la clarita, nos la han querido vender como Shandy, pero no ha terminado de cuajar.


"No se os ocurra confundir una sangría con un tinto de verano, porque aunque primos hermanos, son diferentes"

Cada verano en España, los tintos de verano y las claras irrumpen en mesas y barras luciendo sus más frescas galas. Son las bebidas más típicas y que no se os ocurra confundir una sangría con un tinto de verano, porque aunque primos hermanos, son diferentes. En España hay bastantes bebidas para refrescarnos cuando el calor aprieta de verdad. El tinto de verano, la clara y la sangría, son las opciones más populares, pero hay otras que no desmerecen en absoluto como el rebujito, el agua de Valencia o el sorbete de limón sin alcohol.


Tinto con Casera o tinto de verano

El Tinto de verano, que es el tinto con Casera de toda la vida, es un combinado de vino tinto y gaseosa muy indicado para el verano, es una bebida popular que surge en España a mediados del siglo XX y que se puede encontrar en todos los bares, chiringuitos, ferias o verbenas. A principios del siglo XX existía en Córdoba una popular venta en la carretera del Brillante a la que acudían famosos guitarristas y cantaores. Se llamaba la Venta de Vargas y allí se acercaban los cordobeses a beber un vaso de vino tinto con gaseosa, que pronto empezó a conocerse por el nombre de la venta: "¡Vámonos al Brillante a tomar un vargas!".




Arriba Venta de Vargas en Córdoba, sobre el año 1931.

En su parte trasera, tenía una placita de toros.

Abajo Antiguas botellas de vino y sifón con las que se preparaba esta bebida popular.

Archivo Manuel Pedraza



La receta consistía en echar la misma cantidad de vino tinto de mesa que de sifón. La combinación, además de refrescante, rebajaba el acohol y era más difícil emborracharse, aunque sin duda, un par de vasos y ya estabas -y estás- chispeante. Ya en 1950 y con la aparición de la gaseosa La Casera, se comienza a acuñar el nombre de tinto con Casera.


Una de sus principales características es que la versión actual, moderna, lleva mucho hielo. Hay quien le echa una rodaja de limón o le añade un poco de vermut rojo. Se sirve en un vaso para caña de cerveza o del tipo tubo. La popularidad de esta bebida hizo que a finales del siglo XX, algunas marcas empezaron a comercializar esta bebida ya preparada. Pero como pasa con la clara, no es lo mismo un tinto de verano hecho a tu gusto, con el ritual de prepararlo, que el envasado.


La clarita

Una clarita, es una mezcla de cerveza y gaseosa a partes iguales. La combinación aclara el color de la cerveza y de ahí viene su nombre. Se le puede llamar clara o clarita. Por otra parte, la mezcla de cerveza con gaseosa reduce el sabor amargo del lúpulo y la hace más refrescante. Se bebe mucho en los meses de verano y bastante todo el año.


Clarita de cerveza y gaseosa de limón



La cerveza llega a España a comienzos del siglo XX. Se vendía en grandes recipientes de litro y se mezclaba con limonadas y otras bebidas frías.

En los años cincuenta aparece la gaseosa La Casera y en los 60, La Casera Limón y La Casera Naranja. Es entonces cuando surge la exitosa combinación de cerveza y gaseosa con sabor a limón.


"A finales del siglo XX se empezó a comercializar la cerveza con gaseosa ya embotellada"

La popularidad de la bebida era y es enorme, por eso a finales del siglo XX se empezó a comercializar la cerveza con gaseosa ya embotellada. Pero no han conseguido el éxito esperado, la gente suele preferir la clarita de toda la vida, mezclada en la barra.


En cuanto a las proporciones, va en gustos. Se suele echar cerveza y gaseosa a partes iguales. Si se quiere más suave o más fuerte, es cuestión de alterar las cantidades. Eso sí, como entra tan bien, cuidado.


La sangría

Infaltable y muy demandada por los turistas. Junto a la paella, se desperdigan por mesas, barras de bares, chiringuitos y restaurantes. Es famosa en el mundo entero.


La sangría es una bebida refrescante típica de España. Normalmente lleva vino tinto, fruta picada, azúcar y algún licor. Según una normativa de la Unión Europea, la sangría sólo puede producirse en España y Portugal.


"La sangría no es de origen español, se consume desde principios del siglo XIX en Ecuador"

Pero la sangría no es española de origen, se consume desde la primera década del siglo XIX en Ecuador. Sin embargo ha quedado como una bebida española al hacerse tan popular y extenderse su consumo en España a partir de 1850 y hasta nuestros días.


Una buena sangría debe llevar vino tinto -de donde le viene el nombre de sangría-, azúcar en forma de almíbar para que mezcle uniforme; del limón y la naranja, se echa solo el zumo en la cantidad deseada, las otras frutas se echan troceadas para que la maceración resulte efectiva y sin exprimir: melocotón, albaricoque, pera, manzana, plátano. La canela le va bien, pero hay que tener en cuenta que hay quienes la aborrecen.


Sangría en jarra, bien preparada y bien presentada



Rebujito

El rebujito es una bebida muy típica en Andalucía. Su origen hay que buscarlo en la Inglaterra victoriana, cuando se tomaba mezclando el jerez y el zumo de limón. Se hace con manzanilla o vino fino, mezclado con Sprite o Seven Up, mucho hielo y hierbabuena. Es un clásico en las ferias y romerías de toda la comunidad andaluza.


Vaso de Rebujito



En una jarra se mezclan los ingredientes. Una parte de vino por dos de refresco. La proporción se puede variar en función de si nos gusta más o menos fuerte, tanto de sabor como de alcohol. Se le añade mucho hielo y unas hojitas de Hierbabuena. Se mezcla bien y a beber. El rebujito es muy refrescante pero cuidado, que engaña, entra muy bien y cuando te quieres dar cuenta, estás con una borrachera encima.


Agua de Valencia

Muy popular en la Comunidad Valenciana. Es una mezcla de zumo de naranja, cava, vodka, ginebra y azúcar. Se bebe en copa de cava y se sirve muy frío.


La primera noticia que se tiene del agua de Valencia se remonta a finales de los años cincuenta en el Café Madrid de Valencia.

Es un cóctel que suele consumirse en grupo y preparado en jarra. Lo primero que se necesita es hacer un buen zumo de naranja natural, es importante que las naranjas tengan buen sabor. Se agrega el champán o cava en la misma cantidad que el zumo. Después echamos la ginebra y el vodka, la cantidad de estos dos ingredientes será la mitad del zumo de naranja y del cava. Por último se agrega azúcar y hielo.


Jarra de agua de Valencia servida en copas de champán o cava



Tenemos opciones para no terminar hartos de “pedir lo mismo”, se van rotando las cañas, los tintos de verano, la sangría, el rebujito y el agua de Valencia, y será un verano épico.


Tinto de verano básico

Ingredientes:

1 botella de vino tinto de mesa

1 botella de gaseosa de limón

1 Chorrito de vermut (opcional)

1 rodaja de Limón en cada vaso

Hielo picado


Vasos con tinto de verano



Para preparar una jarra

Para un solo vaso debes ajustar las cantidades.


Llena la jarra de hielo hasta la mitad. Si el vino y la gaseosa han sido enfriados previamente, mucho mejor.


Agrega a la jarra aproximadamente una cucharada de Vermut (opcional).


Luego vierte en partes iguales el vino tinto y el refresco de limón. Remueve toda la mezcla y al momento de servir agrega las rodajas de limón que has cortado previamente o


 

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