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Inagotable Esther

  • Jaime Becerra
  • 7 sept 2019
  • 15 Min. de lectura

Esther Córdoba Bertón, es una atleta gaditana que devora kilómetros en carreras largas. La dureza de las pruebas y el sufrimiento que conllevan, los ha suavizado con sonrisas, emoción e importantes logros.

Es campeona de España de triatlón de larga distancia en el grupo de 35 a 39 años, campeona andaluza de trail y ganadora del I Acuatlón de Cádiz, atesora una larga retahíla de triunfos y hace ecuaciones para compaginar entrenos, competiciones, trabajo y familia. Texto y fotos Jaime Becerra.

Esther Córdoba Bertón, atleta gaditana con un palmarés de alto nivel / Jaime Becerra

Ella es una mezcla de sosiego y energía, lleva una camiseta muy chula y un moreno en la piel que no es debido al sol playero, más bien, a las tantas horas que pasa entrenando y compitiendo. Es una mujer muy agradable, que vive lo que cuenta porque es su pasión. Con algo de exageración avisa que charla mucho, pero no es así, simplemente lo hace con soltura y facilidad, sin irse por las ramas pero sabiendo puntualizar sobre lo importante. Transmite alegría y sus ojos brillan cuando habla de su hijo de dos años. Es sincera y autocrítica, incluso parece que le quita valor a tantos y tantos triunfos conseguidos en carreras de larga distancia que tienen un denominador común: la dureza y el esfuerzo, algo tan elogiable, que uno se rinde a sus pies.

¿De qué barrio eres, Esther?

Soy beduina, de Puerta de Tierra, me he criado en la zona de los cuarteles y ahora vivo en Bahía Blanca.

¿Cuándo empiezas a correr?

Siempre he hecho mucho deporte y me ha encantado, desde pequeña estuve muy activa porque soy muy nerviosa; he jugado al baloncesto, al fútbol, me ha gustado todo pero nunca me he dedicado a nada en concreto.

Cuando empecé a salir con mi novio, hace 15 años, él se estaba preparando unas oposiciones y empecé a correr, aunque ya lo había hecho antes un poquillo. Mi hermano por otro lado también corría con mi primo, hicieron la media maratón de Los Palacios y mi hermano me picó: "Venga, vente, que tú la haces". Un día vimos la vuelta a Cádiz juntos y me dijo: "Si haces la Vuelta a Cádiz conmigo, eres capaz de hacer una media maratón". Y me apunté. Al final, mi hermano corre menos y mi novio ya no corre, yo soy la que me he quedado.

"Como atleta popular, empiezas por afición y cada vez te picas más y cada uno llega donde puede"

Empecé saliendo media hora y lo que me diera tiempo. Salía desde mi casa, en esa época vivía por el estadio, iba corriendo hasta El Chato y volvía, intentaba cada día tardar menos, eso era lo que yo entrenaba. Ya después, poquito a poco y entré en el Club de Atletismo Olimpo donde conocí a gente que me fueron orientando, me iban diciendo: "Oye, si haces plan de entreno, vas a mejorar".

La primera maratón que corrí hice 2 horas 10 minutos, imagínate, tardé muchísimo. Y me fui picando, dejé de ir con mi hermano, iba yo sola e intentaba mejorar. Como todo atleta popular, empiezas por afición y al final cada vez te picas más y cada uno llega donde puede.

El pasado junio, ganas en Salamanca el Campeonato de España de Triatlón de larga distancia en el grupo de 35-39 años, con un tiempo de 7 horas y 50 minutos. ¿Cómo fue esa carrera?

Me marqué una estrategia, iba con una idea pero debido al tiempo que iba a hacer ese día, los planes cambiaron un poco. Fue a finales de junio, con la ola de calor que hubo en España y corrimos con 36-38 grados. Entonces, yo desde el día antes ya sabía que los ritmos a los que quería ir, sobre todo en la carrera a pie, eran imposible llevarlos. La estrategia fue beber mucho, comer bien, hidratarme, muchas sales e intentar acabar, más que otra cosa. Y fue así, de hecho en la última vuelta, porque la carrera a pie eran tres vueltas a un mismo recorrido de 11 km, si tú vieras la de gente que adelanté, eran cadáveres andantes, muertos, deshidratados y hasta metiéndose en el río vi a algunos y algunas. Pero esa carrera la preparé bien.

Esther Córdoba, después de la entrevista, en el Paseo Marítimo

de Cádiz a finales de agosto. / Jaime Becerra

¿Preparas mucho las carreras?

Yo disfruto entrenando y llegando a las pruebas lo mejor que puedo dentro de mis posibilidades, porque tengo un hijo, trabajo mañana y tarde, tengo una casa y una pareja. Pero no me va la vida en ello, que dos semanas antes se me cruza hacer una carrerilla por aquí, no la rechazo por tener una prueba después.

¿7 horas y 50 minutos sin descanso?

Todo del tirón. En triatlón, en campeonato de larga distancia oficial, son 3.000 m de natación, 120 km en bicicleta y luego 30 km de carrera a pie, tienes las transiciones donde debes dejar las cosas el día antes y todo el material preparado en los boxes. Haces la natación, sales del agua lo más rápido que puedes, te cambias lo más rápido posible, coges tu bici, luego la dejas y haces los 33 km corriendo.

¿Tiene nombre la categoría de 35 a 39 años?

En triatlón van por grupos de edad, son rangos muy pequeños, 35-39, 40-45, entonces, es muy fácil, entre comillas, porque a lo mejor son 8 o 9 chicas en ese grupo de edad las que van al campeonato de España.

Esther en la zona de transición en el Acuatlón de Cádiz, dejando

las zapatillas y cogiendo las gafas y gorro de natación / Jaime Becerra

En 2018 quedas segunda en la misma prueba. ¿Es tu especialidad?

Sí, fui subcampeona de mi grupo de edad, en Pontevedra. Yo creo que lo que mejor se me da realmente son las carreras de montaña de ultra distancia. Y no es mi terreno porque no soy técnica, no tengo buena técnica en bajada, porque vivo en Cádiz y aquí no tenemos donde entrenarlo, es una ciudad llana, tenemos que desplazarnos lejos, pero sin embargo se me da bien, aguanto muy bien, resisto muy bien, tengo mucho fondo de carrera. Te estoy hablando de 15 o 20 horas corriendo por montaña. Gestiono bien, creo que conozco muy bien mi cuerpo, entonces lo que se me da bien es la larga distancia.

El triatlón, qué pasa, que no soy buena nadando, no soy rápida y si me sacan 15 minutos en la natación, por mucho que corra en bici es imposible recortar.

"No había entrenado la montaña que debía y empecé con calambres en el km 25

y eran 53, creí que no acababa, pero oye, tuve el día"

Y en enero te proclamas campeona Andaluza de Trail en Álora (Málaga), en una carrera de 53 km.

Eso no me lo esperaba ni por asomo. Además se me complicó el viaje, el niño iba malo, estuvimos hasta el último momento si íbamos o no. Creo que ha sido de las sorpresas mayores que me he llevado en mi vida, esa y cuando gané la 101 km de Ronda mi primera vez, que tampoco me lo esperaba. Yo veía las chicas que iban y sé que eran mejores que yo, sé quiénes son, las conozco y he corrido con ellas.

Pero se cuadraron circunstancias; que una venía de una lesión, la otra no tenía su día, la otra pinchó y se retiró y me encontré la carrera. Y la verdad es que aluciné, además, sufrí bastante, no iba bien entrenada para esa prueba, no había entrenado la montaña que debía y empecé con calambres en el kilómetro 25 y eran 53, yo creí que no acababa, pero oye, tuve el día.

Esther Córdoba y después de la entrevista, en el Paseo Marítimo

de Cádiz, junto al chiringuito Bebo / Jaime Becerra

Son carreras diferentes al triatlón, ¿cómo las preparas?

Totalmente diferente, es fondo, eso sí, son horas de entreno. Si echas horas en bici, son horas de cardiovascular, al final tu corazón está adaptándose a ello, si la bici la metes en cuesta, por ejemplo vas a Medina, vas a Alcalá, estás metiendo fuerza en piernas, pero los grupos musculares que trabajas son totalmente distintos.

En montaña es agilidad, tienes que agacharte, ponerte de pie, pasa una piedra, un traspié, otro traspié, esquivar, y eso cuando tienes mucho cansancio muscular, si no has entrenado bien ese terreno, al final empiezas con calambres, a no coordinar y o no acabas la carrera o lo pasas mal.

El tipo de entrenamiento para correr en montaña, hay que ir a montaña, por mucho que tú hagas en asfalto, tienes que ir al monte, tienes que meter desniveles, tienes que hacer subidas largas de andar, porque ahí andas, no corres, tienes que hacer bajadas técnicas, mucha piedra, caerte muchas veces y es que es totalmente distinto, no tiene nada que ver.

"En el Olimpo somos como una familia, el que corre ahí le pone todo el cariño"

En agosto se corrió el primer Acuatlón de Cádiz. ¿Tuviste algo que ver para que se celebrara aquí?

Yo realmente no hice nada a nivel organizativo, pero sí el Tri Olimpo, la verdad, somos como una gran familia, ellos no te ofrecen nada, en el sentido de que a los corredores más importantes, no tienen poder como para darles nada como otros clubes, yo por ejemplo en montaña corro por un club de Málaga, el Alpino de Benalmádena que me pagan inscripciones, me pagan federación, me pagan material, entonces tú dices, bueno, me voy con ellos aunque estén en Málaga. Pero en el Olimpo somos como una familia, el que corre ahí le pone todo el cariño. Y a Raúl Plazuelo, presidente del club, siempre que podemos le echamos un cable, pero la verdad es que la organización del Acuatlón corrió a cargo de él y los que tienen más tiempo le han ayudado.

Tenemos un grupo de Whatsapp y ahí es donde nos va diciendo: "¿quién me puede ayudar al montaje de las carpas, quién me echa un cable para desmontar el material...?" Eso sí, a la hora del recorrido y demás, él pide opiniones: "¿qué os parece este recorrido?" Y ya entre los que estemos, le damos opiniones para el diseño del recorrido.

Esther en la zona de transición del acuatlón de Cádiz / Jaime Becerra

Y ganaste en tu grupo.

Sí, gané en mi grupo.

¿Tuvo un significado especial correr en tu ciudad?

Si te digo la verdad, el Acuatlón lo hice porque tenía que hacerlo, porque lo organizaba el Olimpo y Raúl en su día me dijo: "Quilla, ¿te importa que ponga tu foto en el cartel?", le dije, no, hom- bre. Y estaría bueno que no lo corrie- ra, pero yo no sé ni cómo lo hice. Había corrido la semana antes el Campeonato de España de Ultra Trail de 85 kilómetros, tenía agujetas hasta el día antes del Acuatlón, me tiré una semana con agujetas y me había roto un dedo del pie. Si tú vieras cuando yo empecé a correr, las piernas es que no iban, si es que venía de hacer todo lo contrario. Y me hubiera gustado haber podido darlo todo. Pero fue súper guay correr en mi sitio. Yo vivo arriba de Santa maría del Mar que es donde se hizo, es mi zona, es donde yo estoy, era como en mi casa. Un gustazo correr ahí, estuvo genial.

¿Cuándo entras al Club Polideportivo Olimpo?

Hace 13 o 14 años, por ahí yo creo.

¿Qué papel ha jugado este club en tu carrera deportiva?

Me ha ayudado en todo. Yo les debo muchísimo a ellos, he ido conociendo a todos los que han estado y me han ido orientando. En su día me empezó a entrenar Manolo Góngora, cuando yo empecé a correr en las media maratones, corría las populares y él era el que me iba poniendo los entrenos, yo era jovencita, de 22-23 años.

Y para el tema de los desplazamientos cuando había que ir a una carrera popular, nos poníamos de acuerdo, siempre iba con alguien en el coche. Siempre me he sentido muy querida y muy apoyada en el club.

¿Sigues con el mismo entrenador?

Iba muy bien con Manolo, pero él tenía mucho lío y más cosas. Me recomendaron a un hombre de San Fernando que era muy bueno y también yo me quería dedicar a hacer otro tipo de cosas, a correr maratones y otro tipo de pruebas. Cambié de entrenador y es con el que llevo ya 6-7 años.

"Como muy bien, me gusta comer sano, pero no me cuido expresamente

la alimentación"

Corres pruebas de resistencia, muy duras, ¿qué entrenamiento haces y cuánto tiempo le dedicas?

Soy totalmente un desastre. Mi novio siempre se mete conmigo por lo mismo. Y en trial nunca llegaré a ser buena porque no organizo el material, no preparo las cosas, siempre lo dejo todo para última hora; entrenando igual.

Y con la comida, aunque trabajo en asesoría dietética, porque soy nutricionista, pero como dice el refrán, "en casa de herrero, cuchara de palo". Como muy bien, me gusta comer sano, pero no me cuido expresamente la alimentación. Y luego en los entrenamientos sí que soy muy disciplinada, lo único en lo que soy disciplinada, entrenando. Me gustan los entrenos duros, sobre todo entrenos largos, lo que pasa es que no tengo el tiempo que quiero. Pero sí es verdad que mi entrenador me dice, tienes que hacer esto, y esto es lo que hago.

Al Primer Acuatlón de Cádiz llegó llena de agujetas y un dedo lesionado, pero lo ganó / Jaime Becerra

¿Dónde entrenas?

En Cádiz, por el Paseo Marítimo, me tengo medidas todas las distancias del Paseo Marítimo. Te puedo decir cuánto hay desde La Perla hasta El Chato, desde La Perla hasta el hotel Atlántico, dónde hay que dar la vuelta si quieres hacer 15 kilómetros o si quieres hacer 20.

¿Con qué frecuencia entrenas?

Depende del día. Los entrenos los cambio según lo que hago. Si estoy preparando una prueba de triatlón, si estoy preparando una carrera de montaña, si estoy preparando una maratón de asfalto, dependiendo del objetivo que yo marque, son unos entrenos u otros.

Si estoy preparando un triatlón, no es solo correr, hago también bicicleta, normalmente los fines de semana cuando tengo más tiempo, y luego doblo sesiones de natación con carrera a pie, nado antes de ir a trabajar y a mediodía corro. Me adapto a lo que estoy preparando, al tiempo que tengo y a lo que me ayudan en casa.

Tu carrera está plagada de triunfos y has participado en competiciones míticas como la Maratón de Nueva York con el equipo Andaluz pero, ¿recuerdas tu peor momento?

Como peor, si te digo la verdad, ninguno. Creo que al final, aunque sufras mucho en una carrera, porque han habido carreras en las que he sufrido muchísimo. El año pasado, por ejemplo, fui con mi equipo de montaña de Málaga a correr el Campeonato de Andalucía por clubes, y mi niño había estado con un virus de estos de vómitos y diarrea, dormí dos horas, me fui a correr a Villanueva del Rosario, a casi tres horas de coche, salimos el mismo día a las 5 de la mañana y en carrera me entró a mí el virus.

Una maratón de montaña, que en teoría iban a ser 6 horas y media, fueron casi 10 horas, llegué de las últimas pero acabé la carrera. Sufrí, vamos, yo no he sufrido más en mi vida.

"Ese día sufrí más que nunca, aún así, no tengo mal recuerdo de esa carrera"

Entonces, ¿Hay que acabar la carrera como sea?

Es que si no acababa, no puntuaba el equipo. Éramos cinco chicas y teníamos que acabar las cinco. El seleccionador me reñía cada 5 km que venía a verme, porque me decía que me tenía que retirar. Ese día sufrí más que nunca, aún así, no tengo mal recuerdo de esa carrera. Después se te olvida todo lo malo y te quedas con las cosas positivas, con momentos, con paisajes.

¿Y tu mejor recuerdo?

Buenos, muchos. La maratón de Nueva York, esa experiencia yo digo que queda para mí, ¡que me regalaron el viaje entero!, fui con todo pagado, un lujo. Además fui con un chico de Cádiz, con Pepe Morales y fue una experiencia chulísima. Luego, gané la 101 km de Ronda, esa subida a Ronda con las motos de la Legión pitando, con las banderas de España, eso es... yo lloraba como una Magdalena, 2 km llorando de emoción. O hacer tu primera maratón, acabar tu primera maratón que también terminé llorando, porque son muchas horas de entreno y una preparación muy, muy exigente.

Sin apoyos económicos y a pesar de un extenso palmarés, Esther trabaja

como nutricionista para poder vivir y costearse sus carreras / Jaime Becerra

¿Qué es lo que más sufre, el cuerpo, la cabeza...?

El que no haga deporte, no lo entiende, porque se sufre realmente. Lo que pasa es que cuando acabas es tan grande la sensación de placer, de bienestar, que creo es lo que te engancha y estás pensando ya en la próxima, lo que ha pasado antes, ya no te acuerdas. Es difícil de explicar, tienes que hacerlo.

En la maratón le llamamos "el muro" que es como la pájara de los ciclistas. Es el momento en que el cuerpo dice, bueno ya está bien y hay que parar, pero tú tienes que seguir, entonces ahí tienes momentos de sufrimiento. Un sufrimiento que es llevadero, si no nadie volvería a entrenar ni volvería a correr. Pero sí es verdad que son deportes duros. Que luego es bonito porque lo aplicas en el día a día en la vida. Yo creo que el que corre, y me lo dicen cuando llevan un tiempo corriendo, están más tranquilos en casa. Realmente al final, es un estilo de vida, forma parte de tu día. Fíjate cómo es, que yo ni embarazada fui capaz de dejarlo.

"No tengo apoyo económico, tengo a mi fisio y mi podólogo que me hacen un precio especial, he buscado gente que me echa un cable"

Tu trayectoria y logros son dignos de reconocimiento, ¿recibes algún tipo de apoyo económico?

Nada, es muy difícil. En este tema, yo no conozco a nadie que le paguen por correr, tiene que ser un triatleta profesional, que ya estamos hablando de élites que aquí en España son cinco y tienen apoyos de marcas grandes. Yo tengo mi fisio, Lolo, que me hace un precio especial; tengo mi podólogo, Juan Carlos Blanco, que también me hace un precio especial... he ido buscando gente que me echa un cable.

¿Os cuesta dinero competir?

Y un dinero, eh. En inscripciones, un Iron Man, que es una marca, te vale la inscripción 600 € por correr, luego costéate el viaje, la estancia, etc. Yo no tengo ayuda.

La atleta hace encaje de bolillos para conciliar trabajo, deporte y familia / Jaime Becerra

Por eso trabajas para poder vivir.

Sí, soy nutricionista y trabajo en un laboratorio, en Ynsadiet, con ellos llevo 15 años y me están ayudando de un tiempo a esta parte. Me dan material, la suplementación también un poquito y este año que fui al Campeonato de España en Salamanca, el lunes me lo dieron como día de permiso, me facilitan y me apoyan.

Hace dos años nace tu hijo. ¿Cómo concilias el ser madre, el trabajo y el deporte?

Es un poco de locos, pero tengo mucha ayuda en casa, tanto de mi chico como de mis padres, sin ellos sería imposible. Aunque el está en la "guarde" desde muy pequeñito, no por entreno, sino por trabajo, pero para entrenar tengo que hacer encaje de bolillos. Antes de ayer estaba nadando en Santa María del Mar a las siete de la mañana para entrar a trabajar a las nueve y media. Y es que hay que buscar el hueco. Mi novio trabaja a turnos y los compatibilizamos, vamos intentando encajar. A costa de prácticamente no estar juntos, pero bueno.

Soy muy cabezona para todo, por eso se me dan bien las carreras largas. Al niño lo he criado con lactancia y todavía le doy el pecho con dos años. Así es que tengo que calcular las horas para ir a entrenar y no le coja la toma siguiente, le doy el pecho antes de irme para que el padre lo deje dormir un poquito más. O por ejemplo, este fin de semana que él trabaja de noche, yo el domingo quiero salir en bici porque si no, no hago nada. Entonces, me quedo a dormir con los abuelos, por la mañana me voy y ellos se quedan con el niño, luego el padre lo recoge.

El deporte que practicas tiene relación con la naturaleza, ¿Qué opinas sobre el cuidado del medio ambiente?

Si no cuidamos, no está ahí. A mí me gusta ir a la montaña, si vieras la de peleas que he tenido con gente, porque se ha puesto muy de moda el Trail, que es correr por la montaña. Ahora hay mucho "pistero y asfaltero" que se pasa a la montaña con mucha gente que no tiene conciencia ninguna. Tú vas corriendo, te tomas un gel o una barrita energética y si en medio de un pico que está a 1.400 m de altura tiras un papelito, no va a venir el barrendero a quitarlo, la de peleas que he tenido con ese tema.

Y vamos a ver, tu llevas una mochila con tu agua, tus barritas, tus geles y lo obligatorio para carreras de este tipo, tú eres autosuficiente y tienes que organizarte, si estás corriendo 6-7 horas, tienes que comer. Y si la mochila la has llevado llena, ya vacía no pesa, entonces, no tires los papeles, mételos otra vez donde los traías.

"Tengo mi espinita sobre el reconocimiento en mi ciudad. En 2014 fui campeona de Andalucía de Ultra trail y ni un recortito en los diarios de Cádiz"

¿Hay corredoras gaditanas que cogerán tu testigo?

Realmente en Cádiz, no conozco a ninguna. Joven, no conozco a nadie.

En 2012 recibes el Premio Ciudad de Cádiz del Deporte. Es un reconocimiento a tú trayectoria pero, ¿te sientes valorada en tu ciudad?

Me hizo mucha ilusión. Pero tengo ahí mis espinitas sobre el reconocimiento. Mira, en 2014, fui campeona de Andalucía de Ultra Trail, la carrera fue en El Genal (Málaga), fueron 130 km, me costó muchísimo y fue mi primer campeonato, sí, había ganado pruebas pero nada tan importante como este campeonato. Y no me pusieron ni un pequeño recortito en los diarios de Cádiz, nada.

El chico que ganó conmigo, Manuel Anguita, que hoy por hoy es un crack y está entre los mejores a nivel mundial, es de un pueblecito de Granada, salió en Andalucía Directo y hasta le hicieron una fiesta en su pueblo y fue recibido cuando llegó. Esa es mi espinita. ¿Qué pasaba? Que esa carrera la corrí por el Club Alpino Benalmádena, de Málaga, entonces, si el Club Polideportivo Olimpo de Cádiz no informaba, no decía nada, nadie se interesaba por saber. Yo me muevo mucho por redes sociales y gracias a eso, la gente que está metida en el tema o siguiéndome, lo supo y se informó. Y después, mi madre, que me lo ha confesado, a escondidas escribió al Diario de Cádiz, diciendo que yo había ganado, pero no le hicieron caso. A mí me da igual, pero, esa espinita, sí queda.

Terminamos la entrevista y nos disponemos a hacer las fotos: “no me gustan nada las fotos”, me comenta Esther, sin embargo, colaboró todo lo que pudo y con su mejor sonrisa. Es una gran deportista que a base de mucho esfuerzo y sacrificio ha llegado a lo más alto. Cuesta entender que no tenga más apoyos, lo mismo sucede con muchos otros deportistas que con sus triunfos van repartiendo alegrías, pero no son futbolistas o


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