top of page
  • Juan Ramón Puyol

La batalla de Orgreave


Los editores gráficos de los periódicos somos muy sensibles a las novedades que nos llegan de las agencias y de los fotógrafos que cubren las noticias. En el caso de las historias que se prolongan en el tiempo, como la guerra de Siria o el conflicto en Gaza, vamos recogiendo las novedades más llamativas y las anécdotas que nos parecen más impactantes, intentando no aburrir al lector que, día tras día, sigue nuestras publicaciones, y ve las mismas imágenes que se repiten. Eso hace que a veces la imagen nueva, aunque anecdótica, oculte el drama que está detrás de “la foto”. Ese es el caso que nos ocupa. Una foto histórica y emblemática que tiene varias capas y un contexto que la imagen no enseña pero que significó el fin de una época.

El policía Castle charla con Georgie durante los enfrentamientos de 1984. / Don McPhee - The Guardian

El Bobby y el minero

La foto la tomó Don McPhee del periódico británico The Guardian en lo que se llamó: la batalla de Orgreave. Fue en junio de 1984 cuando Orgreave se convirtió en el sitio donde se libraron los más tremendos enfrentamientos entre la policía de Margaret Thatcher y los mineros. Un ejército de 5.000 policías, llegados de todo el reino, contra otros tantos sindicalistas que se enfrentaron durante muchos días en un terreno que no era el mejor para los piquetes y sí para la batalla de una tropa armada de policías que tenían caballos, preparación, antidisturbios, tanquetas, helicópteros, información, comunicaciones, abastecimiento, reservas y todo lo que requiere una confrontación en campo abierto.

A la izquierda de la foto está el policía Paul Castle hablando con George “Georgie” Brealey, minero de Doncaster. Tanto Paul como Georgie venían de familias mineras y ese vínculo se expresó por sorpresa en sus caras cuando McPhee pulsó el disparador de su cámara. No hace falta saber qué se dijeron para ver la empatía, momentos antes del enfrentamiento. La foto se hizo tan conocida que sabemos muchas cosas de los protagonistas. Brealey, el minero, había comprado aquel gorrito de poli durante un fin de semana en el que salió con su mujer y sus hijos a divertirse para olvidar, durante un rato, los amargos tiempos de una huelga que los estaba dejando hambrientos y desmoralizados. Georgie, de natural bromista, se paseaba delante de las líneas de la policía, pasando revista, lo que divertía a sus compañeros mientras esperaban el asalto de la caballería.

El fantástico fotógrafo Don McPhee, murió a los 61 años, en 2007, tras cubrir para el periódico, durante décadas, los acontecimientos de la zona de Manchester, donde es una leyenda del fotoperiodismo. Brealey el minero sucumbió a varios infartos derivados del duro trabajo en la mina y Castle, el policía, dirige una agencia de protección personal, en Tennesse.

"Durante el año 1984 se desarrolló en Gran Bretaña la penúltima guerra entre las clases trabajadoras y el gobierno"

El contexto

Durante el año 1984 se desarrolló en Gran Bretaña la penúltima guerra entre las clases trabajadoras y el gobierno opresor de derechas de Margaret Thatcher. Los mineros del carbón, la fuerza de choque más importante de la izquierda del Reino Unido, convocaron una huelga que se prolongó durante... ¡doce meses! La misma estirpe de trabajadores que poniendo sus vidas en juego, bajo tierra, sacaron la energía que posibilitó las dos revoluciones industriales de los siglos XVIII y XIX y que convirtieron al Reino Unido en un Imperio, se vieron sojuzgados y aplastados por las mismas fuerzas que se habían hecho ricas encumbrándose al poder a lomos de varias generaciones de trabajadores.

En el inteligente prólogo de la novela de David Peace, GB84, editada por Hoja de Lata, se dan los datos históricos de lo que su autor, Daniel Bernabé, califica como “el mayor conflicto laboral de la Europa de posguerra”... donde... “murió una época, la del pacto del Estado del bienestar, y comenzó otra, la del neoliberalismo”. “En 1984 el NUM (National Union of Mineworkers) tenía 170.00 afiliados, hoy solo cuenta con 750. En 1984 existían 194 pozos de carbón en el Reino Unido, hoy no queda ninguno". GB84, está escrita como una novela negra con el trasfondo del año de huelga. Los personajes representan a los actores que fueron protagonistas del conflicto de una manera coral. Peace nos ofrece así una panorámica amplia de aquellos sucesos desde varios puntos de vista que se concatenan unos con otros, donde los mineros se enfrentaron con actores que llevaban años preparando su aniquilación. No solo la policía y todo el aparato gubernamental, jueces, políticos y funcionarios, sino también, los agentes que operan en las cloacas del Estado, capaces de hacer lo necesario, y pagados con fajos de billetes de los fondos reservados.

Portada del libro GB84 de David Peace

editado por Hoja de lata

Según las memorias de la artífice intelectual de todo aquel programa, Margaret Thatcher, se trataba de “optimizar la resistencia”.

Tras el triunfo en la guerra de Las Malvinas, en la primavera de 1982, no sólo la nación británica sino también la señora Thatcher tomaron nuevos bríos lo que está en la base del enfoque que se le dio al enfrentamiento con la izquierda inglesa y el sindicato de mineros NUM. Fue así como la premier británica se preparó para el combate que tenía una parte de venganza, pues siendo ella ministra de educación en el gobierno conservador de Edward Heath, una huelga de los mineros en el año 1974, en plena crisis del petróleo, hizo tambalearse al gobierno y Heat convocó elecciones. Aunque Heat ganó, el resultado no le permitió gobernar, lo que aprovechó Margaret Thatcher para arrebatarle el liderazgo del partido conservador.

La Dama de Hierro jamás olvidaría esa lección y supo prepararse para lo que sabía sería su próxima contienda una vez llegada al 10 de Downing Street. Movilizó públicamente y también en secreto, todos los recursos y tentáculos del Estado. Durante meses hizo un gran acopio de carbón en los almacenes de las centrales eléctricas, fuera del alcance de los piquetes, cambio las leyes sindicales para quitarles poder a las organizaciones obreras y planificó los accesos a los recursos energéticos básicos y diversificó las fuentes de suministro como quien se prepara para un asedio militar prolongado. Dotó de preparación especial a la policía que se forjó en las reyertas contra los hooligans del fútbol, mientras, por otro lado, se alimentaba el fenómeno que aterrorizó a Europa. Aprobó nuevas leyes para que los jueces pudieran arrestar, juzgar y encarcelar a los piquetes durante las huelgas. Preparó reuniones con los editores de prensa para que pusieran a la opinión pública en contra de los sindicatos.

“De qué lado estás”, es la frase que aparecía en un recopilatorio de música en apoyo a los mineros

Los informes desclasificados y las noticias que se filtraron informaron ampliamente del juego sucio de los servicios de información, espías, infiltrados, compra de voluntades, sabotajes y todo la parafernalia de recursos oscuros de una guerra sin cuartel. Fueron estos datos los que impulsaron a David Peace a escribir su extenso, inquietante y penetrante libro.

Epitafio

35 años después de aquellos hechos que determinaron el cambio de Era de las relaciones laborales, pocos de sus protagonistas viven para contarlo. Thatcher murió sola, abandonada por todos en la habitación de un céntrico hotel londinense. Sus funerales fueron impresionantes, cosa que a ella le hubiera parecido un dispendio inútil y excesivo.

Cartel de manifestación conmemorativa el próximo 15 de junio.

Mc Phee, el fotógrafo que fue testigo durante meses de como su propio mundo cambiaba para siempre, murió en 2007 dejando un buen puñado de imágenes para la historia.

Georgie, el minero, pasó a mejor vida, como hemos dicho, dejando para la posteridad un momento de humor muy británico, revistando a la tropa que enterraba, ¿para siempre?, la solidaridad obrera.

Arthur Scargill, el líder del NUM, sigue persiguiendo una quimera de justicia entre acusaciones de corrupción. Últimamente se le vio alineado con las huestes del Brexit... otra humorada “muy british…”

R.I.P. a la lucha de clases. Ahora la lucha es de todos contra todos. ¿Y Castle, el bobby?...[continuará]... o


113 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page