El 29 de mayo y bajo el lema «Covid hoy, crisis climática mañana, actuad YA», el movimiento internacional, Extinction Rebellion, tomó lugares emblemáticos de diferentes ciudades españolas cubriéndolas con zapatos, para exigir la participación ciudadana y actuación inmediata contra la emergencia climática tras la crisis de la COVID-19.
Por Maskao Cádiz
Una señora pasa delante de la acción llevada a cabo en la Plaza de la Catedral de Cádiz
Foto Jaime Becerra
Viernes 29 de mayo, temprano por la mañana para lo que suelen ser las convocatorias de manifestaciones o acciones reivindicativas. Nueve menos cuarto y a la prensa nos citan en una pequeña plaza de la ciudad, allí nos espera Bela, una de las portavoces del movimiento Extinction Rebellion en la provincia de Cádiz. El lugar donde se hará la acción, hasta ese momento es un secreto muy bien guardado que desvelan cuando ponemos rumbo al sitio elegido: La Plaza de la Catedral. Bela explica que se ha decidido esta hora temprana, porque hay ciudades en España que todavía están en fase 1, con franjas horarias, y la idea
es hacer la acción en distintas ciudades a la misma hora.
Mientras vamos a paso ligero hacia La Catedral, hablamos con Bela que, a pesar de estar atenta a mensajes y llamadas, nos atiende con convicción y entusiasmo para hablarnos
del movimiento Extinction Rebellion XR.
¿Eres una de las portavoces de XR?
Aquí todo el mundo tenemos distintos roles y los vamos conjugando, no siempre los tenemos fijos para que así haya mayor horizontabilidad y aprendamos del movimiento
en general. Pero bueno, hoy me toca a mí hacer de portavoz.
Una activista de XR ondea una bandera con un cartel que pone: “No podemos comer dinero”. Es parte de la acción que Extinction Rebellion llevo a cabo el viernes 29 de mayo
en la Plaza de la Catedral de Cádiz /Foto Jaime Becerra
¿Cómo se articula el movimiento Extinction Rebellion?
Nosotros tenemos, además de la tres demandas, diez principios y uno de ellos es el tema
de la horizontalidad y que no haya jerarquías. Eso nos gustaría que en la sociedad se llevara a cabo y nosotros intentamos, con nuestro movimiento, que esté presente.
¿cómo nos organizamos?. Realmente salen grupos esporádicos en ciudades, localidades, provincias y por ahora se va configurando con nodos provinciales.
Empezó como XR España, con personas una de Granada, otra de Madrid, otra de Barcelona, de distintos puntos del país. Luego tenemos XR Global, que conjuga personas de todos los países del mundo. Y aquí en Cádiz, por ejemplo, empezamos en Puerto Real pero pronto se nos unieron personas de Chiclana, de San Fernando, de Cádiz, de El Puerto de Santa María, de Jerez, La Janda y el Campo de Gibraltar. Se puede decir que estamos en toda la provincia, incluso hay un compañero en la Sierra de Cádiz.
¿Cuándo empezáis en Puerto Real?
Hemos estado haciendo acciones no tan masivas y en conjunto con otros colectivos de Cádiz por el clima, por ejemplo, en manifestaciones, con Friday for future a quiénes hemos apoyado mucho, de hecho hay gente en el brote de XR que está en Friday for future también. Nosotros empezamos hace un año y pico con el nodo de Puerto Real.
"Queremos tener la responsabilidad de tomar las decisiones de cómo vamos a vivir"
¿Cuáles son vuestras principales reivindicaciones?
Bueno, las tres demandas: Que los gobiernos digan la verdad sobre la crisis climática
y ecológica que estamos sufriendo. Que se pongan medidas firmes y profundas para conseguir emisiones de gases que provocan el efecto invernadero de cero neto, para 2025. Que se creen asambleas ciudadanas, que haya democracia participativa y que los gobiernos tomen en cuenta las opiniones de la ciudadanía, que también queremos tener la responsabilidad de tomar las decisiones de cómo vamos a vivir.
Dos activistas sujetan la pancarta con la consigna de la acción "COVID hoy, crisis
climática mañana" /Foto Jaime Becerra
¿En qué os diferenciáis de otros movimientos por el planeta?
En Cádiz, por ejemplo, no hay nadie de Greenpeace en el brote. Hay alguien que es de Ecologistas en Acción y está en los dos grupos. Y no somos iguales porque, por ejemplo, Ecologistas en Acción va más al ambientalismo, concienciación y nosotros vamos dirigidos hacia los gobiernos, hacia los cambios profundos, radicales y también utilizamos mucho la desobediencia civil no violenta. Greenpeace también lo hace, ellos actúan a mayor escala nacional o internacional y nosotros somos totalmente autónomos de un nodo a otro.
Es decir, nosotros podemos hacer una acción en Cádiz pero no hacerla a nivel de España. Hoy no es el caso, porque va a ser una acción coordinada con más nodos de: Coruña, Barcelona, Cádiz, Ibiza, Canarias, Granada, Huelva, Madrid, Mallorca, Santander y Vigo.
"Debe asegurarse que ni el planeta ni los más vulnerables, queden como damnificados de esta crisis"
Con esta acción, las plazas más icónicas de las ciudades citadas amanecieron repletas de zapatos simbolizando concentraciones de personas que, aunque no puedan estar presentes por la situación de emergencia sanitaria, sí deben tomar las decisiones de cambio que necesitamos. Junto a estos "manifestantes ausentes", pancartas y un audio que nos recuerdan que, aunque estemos inmersos en una emergencia sanitaria y social, la crisis climática es la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad, poniendo en riesgo real
la existencia de la especie humana, como señala la comunidad científica. Desde Extinction Rebellion (XR), consideran imprescindible implementar sistemas más robustos de democracia directa y participativa para que en la reconstrucción, no se deje de lado el clima, la biodiversidad y la justicia social; debe asegurarse que ni el planeta ni los más vulnerables, queden como damnificados de esta crisis y acabe la impunidad de las grandes empresas contaminantes.
La desobediencia civil se plasma en esta acción. No se ha pedido permiso para hacer
la protesta y la puesta en escena se hace en minutos. Dos activistas sujetan una pancarta mientras los demás colocan los zapatos espaciados por el suelo de la Plaza de la Catedral de Cádiz. /Foto Jaime Becerra
Esos zapatos representaban a toda la sociedad en una Asamblea Ciudadana para la Emergencia, tal y como establece la tercera demanda de XR, que propone un órgano
que se constituye por sorteo representativo para recibir el asesoramiento de científicos
y expertos, delibera y llega a decisiones vinculantes, en este caso, sobre la emergencia climática.
Según plantean desde el movimiento, de esta manera se articula la toma de medidas necesarias para mitigar la crisis climática, situando el bien común por encima del interés económico o partidista. Países, como Irlanda, Francia o Reino Unido, ya han utilizado este tipo de herramientas democráticas para decidir sobre temas importantes. Por cierto, los zapatos de todas las acciones, fueron donados a organizaciones solidarias.
La crisis del coronavirus ha puesto la salud en el centro. Y para proteger a los participantes y transeúntes, cumpliendo con las medidas sanitarias, el brote de Cádiz optó por movilizar al mínimo número de “rebeldes” para esta acción. Así se hizo en todas las ciudades españolas y también en Londres o La Haya, donde se llevaron a cabo acciones similares.
Un activista rebelde sujeta un cartel que nos habla de cambiar el actual sistema de vida que llevamos y no el clima, que es en realidad, lo que estamos haciendo. Alteramos el clima, el medio ambiente y la biodiversidad para favorecer nuestro consumo desenfrenado y sin sentido. /Foto Jaime Becerra
Extinction Rebellion (Rebelión contra la Extinción, o Extinción Rebelión, abreviado como XR) es un movimiento mundial cuyo objetivo es influir sobre los gobiernos del planeta y sus políticas medioambientales, usando la desobediencia civil no violenta, para minimizar el calentamiento global.
A través de esa desobediencia, el movimiento se manifiesta en contra de la extinción de animales y plantas, así como la de la humanidad a consecuencia de la crisis climática y el deterioro de su hábitat. Tienen tres demandas principales hacia los gobiernos: decir la verdad sobre la gravedad de la crisis climática, actuar con urgencia para reducir las emisiones a cero neto en 2025 y crear asambleas que garanticen la participación ciudadana en la transición ecológica.
"Extinction Rebellion nace en Gran Bretaña en 2018 y en dos años se ha convertido en un movimiento mundial"
XR se funda en octubre de 2018 de la mano de dos activistas por el clima británicos, Gail Bradbrook y Roger Hallam. A la vez, unos cien académicos y académicas firmaron un llamamiento a la acción donde activistas de la organización británica Rising Up, iniciaron
las acciones de Extinction Rebellion en octubre de 2018. Un mes después, varias acciones
de desobediencia civil tuvieron lugar en Londres, produciéndose numerosas detenciones. En solo dos años, este movimiento ha crecido los suficiente como para sumar su voz propia a colectivos y organizaciones que luchan para que tomemos conciencia real de
la importancia del medio ambiente en nuestras vidas.
Una decena de activistas desempeñaron varios roles para la puesta en escena de esta
“performance” reivindicativa con zapatos en el suelo, pancartes, carteles y audio.
Foto Jaime Becerra
Para proteger la salud a nivel mundial, XR resalta la necesidad de conservar el sistema
de prevención natural contra esta epidemia: la biodiversidad. El Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA) advierte de la necesidad de proteger la biodiversidad para prevenir pandemias. Aseguran que los ecosistemas sanos y funcionales, son mucho más resilientes y permiten atajar la transmisión de virus entre animales y personas, además de muchos otros beneficios. Esto solo será posible si detenemos las emisiones de gases de efecto invernadero y mejoramos la recuperación de la biodiversidad. Es decir, cuando tomemos realmente en serio las consecuencias del cambio climático y qué debemos hacer para frenarlo. Ha quedado demostrado como la contaminación en grandes ciudades, ha debilitado los sistemas respiratorios de las personas, haciéndolas más vulnerables a virus como la COVID-19.
Los zapatos recolectados y utilizados en la acción, fueron donados a organizaciones solidarias /Foto Jaime Becerra
La acción de XR a finales de mayo en la plaza de la Catedral de Cádiz, transcurrió sin problemas. Era temprano y los pocos transeúntes que cruzaban la plaza, aflojaban su
paso para tratar de entender qué es lo que ocurría con tantos zapatos desperdigados.
Otros pocos, los más jóvenes, fueron receptivos a esta acción rebelde.
Movimientos como XR y otros tantos, nos recuerdan de forma constante que no podemos volver a lo de siempre porque sería una error. Son demasiadas las evidencias para seguir
con una venda en nuestros ojos o
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