En pleno corazón de Cádiz, junto al barrio del Pópulo, se encuentra incrustada en los bajos de un edificio de 1716, La taberna del Marqués, un local auténtico que lleva casi veinticinco años luchando por mantener viva la llama del arte flamenco. Por Jaime Becerra
Ensayo del grupo Ábrego y la bailaora de la casa, Miriam, el pasado noviembre
Jaime Becerra
En el centro de la fachada de la Taberna, el escudo de armas de Rodrigo Ponce de León, segundo y último Marqués de Cádiz hasta su fallecimiento en 1492. Dos pequeñas puertas, una a cada lado del escudo, nos invitan a descubrir este rincón regentado por Francisco Gómez Ramos, conocido como "Paco el Marqués", persona cuando menos peculiar, que ha hecho del flamenco el leitmotiv de su vida, algo que en ocasiones, le hace sentirse un incomprendido.
En el interior, un espacio pequeño con paredes llenas de fotos de artistas y de Camarón. Una escueta barra a la entrada y al fondo un escenario, suelo de lajas de piedra y barricas convertidas en mesas íntimas y bajitas con patas de duelas. Muros de piedra ostionera y ladrillo donde apenas queda hueco para colgar recuerdos. Desde el techo, las vigas centenarias de madera refuerzan una atmósfera especial.
"El local fue un negocio de ultramarinos desde 1716 hasta que se convierte en tablao flamenco"
Paco, ¿cuánto tiempo llevas al frente de la Taberna de El Marqués?
Llevo aquí, 25 años. Esto fue un negocio de ultramarinos desde 1716, la casa de un comerciante de la época, de cuando Cádiz tenía influencia y comerciaba con las Américas. Y mi familia lleva un siglo aquí, mis abuelos son del norte, de Santander, los típicos "chicucos" que venían a Cádiz para coger los barcos para ir a América y algunos se instalaron aquí en la ciudad, santanderinos, gallegos, asturianos. Hace 25 años, le di a esto un cambio y lo convertí en una taberna y un pequeño tablao flamenco.
¿Desde el principio había actuaciones flamencas?
Sí. Esto es un proyecto de vida que tengo desde los doce años y con la influencia tan grande que he tenido de mi madre. Ella nació, bajo mi punto de vista, en el tablao más importante que ha dado la historia del flamenco, que es La cueva del pájaro azul. Y con la particularidad, que nació puerta con puerta con la prima hermana de José (Camarón). Y claro, José desde muy pequeño, junto con Rancapino, iban a casa de mi madre y ahí comían de la misma olla.
Paredes llenas de fotos y recuerdos, partes de barricas como mesas y al fondo una de las puertas de acceso a la taberna. Vista desde el pequeño escenario. / Jaime Becerra
Entonces, ¿este local ha sido un ultramarinos hasta que tú lo conviertes en taberna?
Si, desde 1716, de hecho, yo vivo en la parte de arriba, que es el entresuelo. Y estamos al lado del Pópulo, el barrio más antiguo de Europa y la influencia que tiene este lugar, te la puedes imaginar, a nivel cultural, histórica, musical... es que la influencia de Cádiz es muy importante.
¿Por qué el nombre de El Marqués de Cádiz, por la calle?
Claro, es que la calle me lo puso a huevo. La calle Marqués de Cádiz es un nombre muy bonito, muy histórico y un hombre importante, me pareció súper apropiado.
Pequeña barra de la Taberna y la infaltable imagen de Camarón en un local flamenco.
Jaime Becerra
¿Cuál fue la época dorada del flamenco en Cádiz?
Bueno, hay dos épocas. Un antes y un después cuando la mierda de la droga entra en este mundo y mucha gente se equivoca asimilando el flamenco con la droga. Es cierto que artistas del flamenco cayeron, como Camarón o el Torta. Y la época dorada sería sobre los años 50 aquí en Cádiz. Son dos etapas muy diferentes.
"Cádiz debe recuperar el lugar que le corresponde en el cante"
¿Y cómo está la salud del flamenco en Cádiz y ahora?
Después de 25 años que llevo aquí, te voy a ser sincero, yo creo que Cádiz, y ese ha sido mi mensaje desde que tengo doce años y este proyecto de vida, es que Cádiz debe recuperar el lugar que le corresponde en el cante. Con todos mis respetos al resto del mundo y de Andalucía, pero Cádiz ha sido muy importante, un cruce de culturas que nos trajo toda esta musicalidad, todo este compás, todo este soniquete. Y a pesar de lo que estamos viviendo, yo veo que Cádiz está recuperando ese lugar.
Pero hay muy pocos sitios para ver flamenco en Cádiz.
Ahora mismo, el único que está al pie del cañón soy yo. Claro, también a mí esto me envuelve la pasión que le tengo, yo siento el flamenco, yo vivo flamenco, tengo la suerte de tener este lugar que he ido construyendo durante estos 25 años y aquí estamos siempre haciendo algo, aquí no paramos.
Esta pasión que tengo desde niño, la tenía muy dentro de mí pero entonces no la sacaba "pa afuera", era un sentimiento muy personal. Desde muy niño, mi padre me enseñó a buscarme la vida en el puerto de Cádiz, que había muchas alegrías. Y todo eso me ha dado la base de esta gran pasión.
Paco Gómez, dueño y gestor de la Taberna El Marqués de Cádiz. / Jaime Becerra
¿Cuál es el legado del cante de Cádiz?
Los cantes de Cádiz, los cantes de ida y vuelta, las alegrías de Cádiz, las bulerías de Cádiz, con el claro ejemplo de La Perla; la soleá de Cádiz... es que Cádiz enmarca todos los palos.
Rancapino viene aquí y me canta por malagueñas y se me caen dos lágrimas. Y nuestro Juan Villar, "pa qué vamos a hablar". El legado que tenemos en Cádiz es súper importante, junto con San Fernando, El Puerto, Jerez...
Pero ahora, ¿hay suficiente afición al flamenco o más al carnaval?
Claro, el carnaval hubo un momento que... será porque a lo mejor los que se dedicaban al flamenco, no hicieron hincapié en crear afición y recuperar el cante. Que es lo que estoy intentando hacer con mi equipo, que los cantes de Cádiz no se pierdan, porque son súper importantes. Con la ayuda del gran cantaor “Yeye de Cádiz”, el me manda los cantes, me enseña, yo aprendo de todos ellos, porque esto es aprender, de esto no se sabe nunca, esto es estar todo el día aprendiendo y escuchando de los que saben. Yo me considero un simple aficionado, pero la pasión, no me la quita nadie.
Es una pena que el carnaval haya acabado con el espacio que tenía el cante jondo, cuando ambas aficiones son perfectamente compatibles. Y hay gente que ha hecho mucho por el cante, como Antonio Benítez y su peña Enrique el Mellizo con los jueves flamencos o los fundadores de la Peña flamenca Juanito Villar.
Detalle de la barra y muros de piedra ostionera que se han ido llenando de recuerdos con el paso de los años. / Jaime Becerra
La COVID ha cambiado todo, incluso la magia nocturna del flamenco.
Ahora estamos en unos momentos de locura. Pero claro, tú te metes aquí dentro y no sabes si son las dos, las tres o las nueve de la mañana. Ahora estamos abriendo los jueves y hacemos una cosita fuera de programación, de flamenco un poquito más fusión, creando espacio para gente que pueda ofrecer su arte y nos adaptamos al horario que nos imponen. Los jueves y viernes a partir de las 15:00 h y los sábados y domingos a partir de las 13:00 h. El resto de días nos dedicamos a higiene y limpieza a fondo de todo lo que utilizamos, para tener esto en perfecto estado. Porque con esto que está ocurriendo, la gente tiene mucho miedo, han creado mucho miedo y cada uno puede tener su opinión de todo esto, respeto a todo el mundo, pero a mí esto me parece un cuento chino y un abuso de poder contra el ser humano grandísimo. Claro, hay tantos intereses.
"Espero que ya se den cuenta de lo que es este lugar y la importancia que tiene para la ciudad. y lo digo con toda la humildad del mundo"
¿Algún proyecto que haya frenado la pandemia?
Esto de la pandemia todavía me ha dado más fuerza, más creatividad y de hecho yo estoy con varios proyectos que ahora no es el momento de contarlo, hasta que no lo tenga ya bien atado, que después pasa lo que pasa, que hay mucho listo y a mí ya me han dado muchos palos, porque soy una persona muy confiada, que he creído en la palabra de las personas y después te das cuenta que no.
Después de los reyes contaré lo que estoy preparando.
Teníamos, después de carnavales, el tema de los cruceros, algo un poco más comercial pero sin salirnos del flamenco. Yo siempre he sido muy auténtico, pero mantener este local no es fácil y habrá que abrirse un poquito. Espero que después de la primavera ya hayamos salido de todo este "mamoneo" y Cádiz va a tener muchísimo futuro, porque es una ciudad que se lo merece.
Arriba Clientes en una mesa antes de la actuación del mediodía
en La Taberna de El Marqués.
Abajo El grupo Ábrego terminando el ensayo antes de su actuación
el pasado noviembre. / Jaime Becerra
¿Te has podido a acoger a algún tipo de ayuda por la COVID-19?
¿Ayuda?, ja... la del señor y la de mi equipo. Espero ya que se den cuenta de lo que es este lugar y la importancia que tiene para la ciudad, y lo digo con toda la humildad del mundo. Lo tiene todo, es un lugar auténtico.
Detalle de una de las paredes con foto, un viejo cartel y diversos elementos. / Jaime Becerra
Ahora, lo de traer artistas, ¿está complicado?
Bueno, claro. Pero nosotros trabajamos a través de nuestra asociación cultural flamenca, "Chiquito de Cádiz", y certificamos a los artistas para que puedan desplazarse. Pero, el público ahora es más reducido y el turismo se ha caído. Nosotros llevábamos una proyección estupenda y la vamos a volver a llevar en cuanto pase todo esto, estoy convencido.
Cuéntame sobre esa idea que tienes de un espacio para los artistas.
Estoy creando un espacio arriba, para que los artistas que vengan de afuera tengan un lugar donde pernoctar y nos sea más fácil, porque el aforo que tenemos, con pandemia o sin ella, es muy reducido. Este es un flamenco muy escogido y muy auténtico.
Una de las puertas de acceso al local al fondo, mesas de barricas y paredes llenas de recuerdos. / Jaime Becerra
La zambomba es algo muy flamenco y navideño, ¿haréis algo?
Sí, claro. El 12 de diciembre tenemos zambomba con la Macarena de Jerez y recomendamos reservar con antelación dada la situación que vivimos.
"Este es mi mundo, y es el mundo que a mí me gusta y me apasiona, aunque mucha gente no lo entienda"
Ahora mismo, ¿qué ofrece la Taberna de El Marques?
Ofrece muchísimas cosas; historia, cultura, flamenco, fusión, arte, gente con mucha personalidad, muy diferente y con mucha alma. Este es mi mundo y es el mundo que a mí me gusta y me apasiona, aunque mucha gente no lo entienda o
Коментарі