Es la única playa natural del término municipal de Cádiz y se encuentra a la entrada de la ciudad, junto a las que fueron defensas de la urbe durante la Guerra de la Independencia, las murallas del Fuerte de la Cortadura.
Es la playa más larga del término municipal de Cádiz con 3.900 km. / Jaime Becerra
Cortadura es uno de los extremos de la playa que continúa paralela a la autovía CA-33, hasta llegar al caño que divide los términos municipales de Cádiz y San Fernando. Es la más extensa del término municipal con 3.900 metros de longitud, una anchura de playa seca de unos 60 metros y está considerada como "playa virgen".
Está formada por una gran extensión de dunas y una zona rocosa que resurge con la bajamar. Para proteger las dunas, se ha creado un cordón dunar compuesto por una duna primaria a la que se le integra vegetación característica de arenales activos como el barrón, oruga de mar, barrilla pinchosa, grama marina, cardo de mar y la azucena de mar entre otras. Después de la duna primaria está la duna secundaria relativamente activa, donde la riqueza de especies aumenta o aparecen nuevas, como ocurre con la uña de león y caña.
Arriba Duna primaria, playa, mar y velero en Cortadura.
Abajo Una de las pasarelas que conecta la vía de servicio con la playa. / Jaime Becerra
Entre la duna primaria y la secundaria, hay varias depresiones artificiales en forma de cubeta que fijan las arenas gracias a la vegetación, en ellas también crecen especies como juncos y el taraje. En cuanto a la fauna podemos ver gaviotas, charranes y limícolas, especialmente el charrancito común o el chorlitejo patinegro, la lagartija colirroja y el eslizón ibérico. Desde la vía de servicio hay varias pasarelas que llegan hasta la playa, se recomienda ir temprano en verano si queréis aparcar. Tres pasarelas se elevan por encima de la duna que se encuentra muy fragmentada y maltratada por el paso de bañistas buscando atajos para llegar a la playa.
"Los tablestacados, tenían como misión frenar la pérdida de arena de la duna"
Aún se pueden ver restos de los viejos tablestacados de madera, cuya misión era frenar la pérdida de arena de la duna, modelar y reconstruir la topografía dunar. En la foto de apertura de este reportaje, se puede ver unos de esos restos de tablestacados.
Arriba Vista panorámica de la playa de Cortadura. Al fondo, Torregorda. / Jaime Becerra
Caminando y al poco de pasar las murallas de Cortadura por la acera de la vía de servicio, en dirección a San Fernando, se puede apreciar a horas tempranas, como muchas personas han decidido pasar el día en esta playa. Coches cargados de familia llegan entre sombrillas, neveras, hinchables, sillas, tarteras y aparcan para abordar el fin de semana a dentelladas. Además, autocaravanas nacionales y extranjeras abren sus puertas para desayunar, una de ellas ya tenía montada mesa y sillas junto a la acera desde la que sonreían cuatro niños rubios hasta la extenuación.
En la playa, cada cierta distancia, hay unos números de colores elevados en un poste de madera. Se ven tanto desde la vía de servicio como desde la playa. Al parecer, son para marcar zonas, módulos y tenerlos como referencia en cualquier ocasión.
Números indicadores en distintos puntos de la playa / Jaime Becerra
La aproximación por la vía de servicio es una opción, en cada pasarela uno puede asomarse a ver cómo está la playa y decidir dónde quedarse. Así es que sigo camino y me encuentro una pasarela con una estructura sin sentido, como para poner un techo, o algo así. Nada discreto en cualquier caso y aunque está hecho de madera, pero pintado con un color nada favorecedor, es una estructura excesiva y fea.
Murallas de Cortadura y al fondo la playa del mismo nombre / Jaime Becerra
Y uno piensa; por un lado se desviven las instituciones por cuidar la duna, pero por otra parte, se ponen todas las facilidades para que "arrasemos" con ella. Si ya en el camino por la vía de servicio iba encontrando envoltorios, bolsas de chuches, latas, botellas de plástico, tapas de neveritas o restos de sombrillas tirados por los suelos, albergaba la esperanza de que en la duna, nuestros residuos no existirían.
"Desde 2007 la playa está integrada en el Plan de protección de Medio Físico
de Diputación de Cádiz"
Ja, pues sí, había y bastantes, casi lo mismo que en la vía de servicio, en menor cantidad pero, demasiado para ser dentro de una zona integrada en el Plan de Protección del Medio Físico en 2007 por la Diputación provincial de Cádiz, como Complejo Litoral de Interés Ambiental. Somos muy borricos y tiramos la basura donde caiga.
Huellas de los servicios de limpieza y conversaciones con el mar / Jaime Becerra
La masificación ha llegado de forma irreversible para quedarse, pero debemos aprender a convivir en los espacios públicos, ser menos guarros y más conscientes. Y no hay excusas, así como la playa de Cortadura ofrece infraestructuras para llegar a ella de forma cómoda, también ha desplegado papeleras y contenedores para la basura por todos los sitios, es decir, si hay basura es por nuestra dejadez. Y tenemos fotos, pero hemos preferido dar imágenes más esperanzadoras.
Papeleras y contenedores hay de sobra, no tenemos excusa.
Duna con bolsa de plástico y trozo de tela. Al fondo, el Castillo de San Sebastián. / Jaime Becerra
La playa cuenta, en algunas zonas situadas más cerca de la ciudad, con duchas, lavapiés, vigilancia y limpieza; pero conforme te vas alejando, todo es más virgen y empiezan a escasear los servicios. También hay un chiringuito a unos cuantos metros después de salir desde Cortadura.
Mañana de un sábado a finales de julio en Cortadura / Jaime Becerra
Esta playa es un lugar magnífico, un pequeño tesoro a las puertas de Cádiz. Es donde se escapa uno para ver las estrellas porque hay algo más de oscuridad que en la ciudad, donde dar largos paseos es un placer, oler a mar y ver las puestas de sol que son un espectáculo. Es un rincón casi natural que se aferra a sus dunas para sentirse protegido. Hay que disfrutarlo, protegerlo y no ensuciarlo o