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  • ICM/Maskao

Medusas de verano


Las medusas son animales que aparecieron hace unos 700 millones de años en el mar. Pertenecientes al filo Cnidaria -celentéreos-, son pelágicos de cuerpo gelatinoso con forma de campana. El extremo inferior, por lo general, tiene largos tentáculos cargados con células urticantes llamadas cnidocitos. Cuando tocan nuestra piel, son dardos certeros que nos provocarán serias molestias si son tóxicos. Por Instituto Ciencias del Mar / Maskao

Medusa Catostylus Tagi

Se desplazan por el agua impulsadas por contracciones de su cuerpo; toman agua que alojan en su cavidad gastrovascular y la expulsan generando un chorro propulsor. La toxicidad de su picadura varía según la especie. La mayoría de medusas que encuentran los bañistas, provocan picaduras dolorosas y sensación de ardor, pero pasajeras. La medusa más venenosa es la avispa marina (Chironex flecheri) y su picadura puede causar la muerte en minutos. Este tipo de medusa vive en zonas del pacífico y costas de Australia, Golfo de México, Asia y África.

Según datos recogidos por el Instituto de Ciencias del Mar en 760 puestos de socorristas, de 176.000 atenciones sanitarias practicadas en las playas españolas, más de 116.000 se debieron a picaduras de medusas.

"La picadura se produce en menos de una millonésima de segundo"

¿Por qué pican las medusas?

Utilizan sus células urticantes para cazar y defenderse. Están distribuidas en todo su cuerpo pero concentradas en los tentáculos. Cada célula urticante -cnidocito- es una cápsula que contiene un filamento espinoso acabado en un dardo que inyecta una mezcla venenosa en la piel humana. Los cnidocitos se activan por estímulos mecánicos, como el contacto físico, y estímulos químicos. La picadura se realiza en menos de una millonésima de segundo con un impacto de penetración de más de 70 toneladas por centímetro cuadrado, siendo uno de los movimientos más rápidos que se conocen en la naturaleza.

El veneno será más o menos potente, según la especie que nos haya picado. Y hay que tener cuidado, que incluso después de muerta la medusa, sus células urticantes pueden envenenar (picar) durante semanas.

Medusas y su toxicidad

Hemos preparado una guía básica con el grado de toxicidad del veneno y la capacidad urticante de cada especie, clasificadas en 4 categorías:

Muy urticante

Alta capacidad urticante con efectos importantes sobre los humanos. Evitar todo contacto con esta medusa.

Urticante

Capacidad urticante media, puede producir efectos importantes sobre los humanos. Evitar todo contacto con esta medusa.

Poco urticante

Baja capacidad urticante y muy poco o ningún efecto sobre los humanos. Se recomienda no tocarla.

No urticante

Especie sin urticantes y completamente inofensiva para los humanos.

Las más peligrosas

Este verano, ya se han detectado en playas españolas ejemplares de la Physalia physalis, más conocida como carabela portuguesa. Es un ejemplar conocido y peligroso, sus largos tentáculos poseen un potente veneno que puede causar, además de las lesiones habituales en la piel por la picadura, náuseas, temblores e incluso convulsiones. De color azulado, tentáculos finos y largos, no hay que tocarla ni siquiera si está muerta en la arena.

Physalia physalis, más conocida como Carabela Portuguesa / Wikimedia

Pelagia noctiluca Medusa luminiscente (Muy urticante)

La umbrela alcanza los 20 cm. de diámetro, es semiesférica, 4 brazos orales gruesos y 8 tentáculos marginales de hasta 2 m. de longitud. Su presencia en la costa depende de las condiciones ambientales y climatológicas.

Es bioluminiscente.

Pelagia noctiluca - Medusa luminiscente / Wikimedia Commons

Rhizostoma pulmo Acalefo azul (Urticante)

La umbrela alcanza los 40 cm. de diámetro, es acampanada de color blanco azulado con un ribete violeta. Sin tentáculos marginales, 8 brazos orales de color blanco azulado, fusionados y sin ramificaciones. Es una de las medusas más grande de la costa mediterránea española. Las pequeñas son visibles durante la primavera y las adulto en verano y al comienzo del otoño. Especie costera.

Rhizostoma pulmo o Acalefo azul / Dario Romero

Cotylorhiza tuberculata Medusa huevo frito (Poco urticante)

Umbrela de hasta 35 cm. de diámetro, aplanada, marrón amarillenta, con una protuberancia central de color naranja oscuro. Sin tentáculos marginales, 8 brazos orales de 3 apéndices con el extremo en forma de botón. Especie costera, endémica del Mediterráneo.

Cotylorhiza tuberculata o medusa huevo frito / Antonio Sountuoso

Rhizostoma luteum (Urticante)

Umbrela acampanada, color blanco azulado, hasta 60 cm de diámetro. Sin tentáculos marginales, 8 brazos orales de colores gris y negro que pueden medir hasta 2 metros.

Rhizostoma lutem / Wikimedia Commons

Aurelia spp. Medusa luna o común (Poco urticante)

La umbrela alcanza 25 cm. de diámetro, translúcida con forma aplanada. Tiene 4 brazos orales largos y cientos de tentáculos cortos y finos. Especie costera presente en todos los mares del mundo, se puede encontrar incluso en estuarios y puertos.

Aurelia spp o medusa luna / Wikimedia Commons

Discomedusa lobata (Poco urticante)

Umbrela de 10-15 cm. de diámetro, aplanada y translúcida con 4 gónadas visibles de color blanquecino. Tiene 4 brazos orales y 48 tentáculos marginales muy finos. Considerada una especie rara en el Mediterráneo, desde 2013 su presencia ha aumentado.

Discomedusa lobata /Wikipedia

Chrysaora hysoscella Acalefo radiado o medusa compás (Muy urticante)

Umbrela de hasta 30 cm. de diámetro, semiesférica y aplanada de color blanco amarillento, con 16 bandas marrones en forma de V en la superficie. Tiene 4 brazos orales largos de hasta 1 m de longitud y 24 tentáculos marginales largos y finos.

Chrysora hysoscella o medusa compás / Wikimedia Commons

Carybdea marsupialis Cubomedusa o Avispa de mar (Muy urticante)

La umbrela alcanza los 5 cm. de diámetro, de forma cúbica, translúcida con una coloración blanca azulada y presenta 4 tentáculos largos. Es la única especie de cubomedusa conocida del Mediterráneo, se encuentra en aguas poco profundas. Esta especie permanece bajo el sustrato arenoso del fondo marino durante el día, desplazándose a la superficie durante la noche. Con bastante presencia en ciertas áreas muy específicas de la costa mediterránea.

Carybdea marsupialis o avispa de mar / Wikimedia Commons

Aequorea forskalea (Muy urticante)

Hidromedusa con umbrela aplanada de hasta 40 cm. de diámetro, translúcida con canales de color azul. Muchos tentáculos marginales finos y sin brazos orales. Esta especie habita en aguas templadas y tropicales, en áreas costeras y litorales, apareciendo de forma ocasional en mar abierto.

Aequorea forskalea / Wikipedia

Velella velella o Vela púrpura (Poco urticante)

Hidromedusa compuesta por un disco ovalado azul que alcanza los 8 cm de diámetro y una vela triangular. Bajo el velo del disco se encuentran los pólipos encargados de producir pequeñas medusas para formar nuevas colonias flotantes. Se crean grandes enjambres que alcanzan la costa.

Velella velella o Vela púrpura / Wikimedia Commons

Olindias phosphorica Medusa cruz (Muy urticante)

Hidromedusa de umbrela abombada, translúcida de hasta 8 cm de diámetro, rodeada de muchos tentáculos cortos de color morado. Tiene pigmentación fluorescente visible durante la noche. Localizada en zonas especificas del mediterráneo.

Olindias phosphorica o medusa cruz / Wikimedia Commons

Gonionemus vertens Medusa de rayas naranjas (Muy urticante)

Hidromedusa con umbrela de hasta 4 cm. de diámetro, translúcida con las gónadas de color naranja. Con numerosos tentáculos, hasta 90, y ventosas en los extremos, por eso es frecuente encontrarla adherida a algas marinas. Especie invasora en el Mediterráneo.

Gonionemus vertens / Wikipedia

Porpita porpita Botón azul (Poco urticante)

Hidromedusa con disco de hasta 5 cm. de diámetro y color azul intenso. Se compone de dos partes: un flotador duro, marrón dorado y lleno de gas en el centro y una colonia de hidroides de color azul intenso, morados o amarillos, que parecen tentáculos. Es un organismo colonial que vive en la superficie en mar abierto, pero puede encontrarse en zonas costeras.

Porpita porpita o Botón azul

Pandea cónica (Poco urticante)

Hidromedusa con umbrela cónica translúcida de hasta 6 cm de longitud. Con 24 tentáculos marginales largos. Las gónadas son rojizas y localizadas en las paredes del manubrio visibles a través de la umbrela. Es común en primavera en aguas superficiales.

Pandea cónica / Jean Michel Cruzet

Physalia physalis Carabela portuguesa (Muy urticante)

Es del orden de los Sifonóforos. Con una cámara llena de gas, violeta y translúcida, coronada por una vela. La parte flotante alcanza 30 cm. de largo y 10 cm. de ancho. La parte sumergida tiene tentáculos azules finos y largos que pueden alcanzar hasta 20 m. Nativa del Océano Atlántico.

Physalia physalis o Carabela portuguesa

Salpas Tunicados (No urticante)

Organismos translúcidos con cuerpo en forma de barril. Se distingue claramente, en un extremo del cuerpo, el estómago como un botón azul en Thalia democrática o de color marrón rojizo en especies como la Salpa fusiformis.

Salpas o tunicados

Leucothea multicornis Ctenóforo (No urticante)

Es un ctenóforo sin células urticantes. De cuerpo translúcido y comprimido, puede alcanzar los 20 cm de longitud. Su cuerpo está cubierto por numerosas papilas retráctiles e hileras de cilios brillantes. Presenta dos lóbulos subdivididos en dos que surgen de la mitad de la boca y dos tentáculos largos y finos, uno a cada lado del cuerpo.

Leucothea multicornis(Ctenóforo) / Alexander Semenov

Otros sifonóforos

Los sifonóforos forman parte del holopláncton, son organismos coloniales. Están presentes durante todo el año pero es en primavera cuando más abundan. Los más comunes en la costa Mediterránea española son Abylopsis tetragona, Chelophyes appendiculata y Muggiea atlantica.

Mnemiopsis leidyi Ctenóforo Medusa peine o bombilla (No urticante)

Nativa del Atlántico occidental. Alcanza los 12 cm. de longitud, de forma ovalada y translúcido. Son organismos con iridiscencia y bioluminiscencia. Es una especie invasora del Mar Mediterráneo. No tiene células urticantes y es inofensiva para los humanos, pero dañina para los ecosistemas marinos invadidos.

Mnemiopsis leidyi (Ctenóforo) / Wikipedia

Phyllorhiza punctata Medusa de lunares blancos (Poco urticante)

Umbrela de hasta 70 cm. de diámetro, semiesférica con lunares blancos. Sin tentáculos marginales, con 8 brazos gruesos y 14 apéndices transparentes. Es nativa del Indo-Pacífico.

Phyllorhiza punctata o Medusa de lunares blancos / Wikimedia

Beroe ovata Globos de mar (No urticante)

Ctenóforo sin células urticantes. Puede alcanzar hasta 30 cm. de longitud, cuerpo ovalado o cilíndrico con una compresión lateral muy marcada. Es translúcido y de coloración azul pálido o a veces rosa pálido. No posee tentáculos y es nativo del Atlántico occidental.

Beroe ovata o Globos de mar

Catostylus tagi (Urticante)

Con umbrela semiesférica amarillenta, blanquecina azulada o a veces marrón y que alcanza los 30 cm. de diámetro. Tiene 8 brazos orales en forma de coliflor. habita en zonas poco profundas y aguas costeras, generalmente en bahías y puertos. Ingresa al Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar. El primer registro que se tiene de esta especie en el Mediterráneo es del año 2010.

Catostylus tagi

+ ¿Qué hacer si te pican?

Las investigaciones más recientes, señalan que el mejor tratamiento ante una picadura de medusa es aplicar de inmediato agua de mar y recordar estas recomendaciones: Acudir al puesto de socorro para ser atendidos por profesionales y aplicar tratamiento en caso de dolor intenso. Si no hay un puesto cercano y han quedado restos de tentáculo adheridos a la piel, debes usar guantes y pinzas para retirarlos, jamás hacerlo directamente con los dedos.

Dejar la zona afectada descubierta y expuesta al aire. Para bajar la inflamación de la picadura, aplicar durante 5-10 minutos una bolsa de hielo, bien envuelta, nunca de forma directa sobre la piel. Vigilar la evolución de la picadura para evitar una infección. Si las molestias no mejoran y aparecen temblores, náuseas, mareos o dolor intenso, hay que acudir al centro médico.

¿Qué No hacer?

NO aplicar agua dulce.

NO aplicar amoníaco.

NO aplicar alcohol.

NO frotar.

NO aplicar vendajes a presión.

NO aplicar vinagre.

NO volver a bañarte tras sufrir una picadura.

Prevenir las picaduras

La mejor prevención es que no te bañes si ves medusas, y evita los rompientes de olas que es donde se acumulan restos de ellas. También puedes informarte de la presencia de medusas en las playas a través de aplicaciones como MedJelly o el mapa de avistamiento de medusas de la Junta de Andalucía con datos actualizados o


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